Spiga

Descomposición moral en Siracusa 2.0 (II)

Este párrafo de don Eduardo refleja una pegajosa estrategia que abre frentes tan activos como la presentación sistemática del conservadurismo como una via requete-ultra-neo-paleo-teo cuya plasmación última es la España de Felipe II ("Sobrevaticanización" del conservadurismo):

3. España, nación católica. Reflejando la campaña de los fundamentalistas anglosajones sobre Gran Bretaña o América como "naciones cristianas", los teocon asumen aquí que el destino histórico de la nación española está ligado indisolublemente a la supervivencia del catolicismo. Esta tesis aparece conectada, además, con la asunción vaticana sobre las "raíces cristianas de Europa" presuntamente amenazadas por el secularismo, o por el Islam.


Y en el siguiente punto pretende lo contrario de lo anterior y también lo inverso de lo contrario de lo anterior. Don Eduardo ha puesto los dos puntos (3. y 4.) seguidos, sin pudor alguno, con la arrogancia de quien no teme que se le note un poco el pecadito progre de acusar a los demás de lo uno hace:

4. Antiizquierdismo. También llamado "Batalla de las ideas", es una pegajosa estrategia que abre frentes tan activos como la presentación sistemática de la socialdemocracia como un "camino a la servidumbre" cuya plasmación última es la URSS de Stalin ("Sobreestalinización" del socialismo), la crítica de la "Memoria histórica" como tapadera del revisionismo franquista, la demolición de los llamados "Iconos culturales progres" y, en general, la configuración de una agitación propagandística inversa al progresismo.

El 'revisionismo franquista' tiene su justificación última en la imposición del 'sellado estalinista'. Todo ello debe acabar inevitablemente con los documentos aparecidos en la fundación Pablo Iglesias en la hoguera. La comprensión de los hechos históricos que no jueguen a nuestro favor se equipararán al revisionismo histórico porque hay que mantener 'nuestra verdad', nuestra religión, a toda costa. A Robredo no le importa la historia sino mantener el dogma religioso, su fe inquebrantable en la historia verdadera y en Tuñón de Lara su profeta. Por eso hay que buscar fosas de la guerra civil a toda costa, porque hay que contrarrestar a las obras del apóstata Pio Moa.

Estas contradicciones empiezan a repetirse con demasiada asiduidad como demuestra el siguiente ejemplo tomado al azar en el que nos muestra los males de la democracia de masas tras escuchar el discurso de Sarah Palin (esa señora que reparte entre sus incondicionales moralinas que pretende imponer a todos los demás por ley), pero no logra don Eduardo descubrirnos con la misma perspicacia los males de la democracia de masas tras escuchar el discurso de Obama (ese señor que reparte entre sus incondicionales moralinas de otro color que pretende imponer a todos los demás por ley). De cualquier manera, siendo los políticos como son (culpa de la democracia de masas) se le podía haber ocurrido la entrada a don Eduardo, como a Hermann Tertsch, cualquier día del año oyendo a Zapatero. Pero es imposible porque tal como diría el mismo Eduardo Robredo sería como llamar a la "agitación colectiva conta el 'maligno'"

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El título de la entrada debería ser '(y II)' para acabar con el monográfico 'Siracusa 2.0', pero lo dejaré abierto con '(II)' porque seguro que tarde o temprano dedicaremos algunas letras a Savonarola. Tengo que agradecer a este colectivo siracuso la inspiración que me ha permitido escribir las últimas entradas que les he dedicado. De ellos he aprendido a tergiversar, a manipular, a leer superficialmente las entradas de otros captando sólo ideas preconcebidas que yo ya llevaba en el bolsillo, a llamar teocon a todo aquel que está en contra de mi posición favorable al aborto y a escandalizarme dando saltitos histéricos y tirandome de los pelos como un teocon tras leer la entrada de un ancap. Lo que no se si habré conseguido es transmitir ese resentimiento que ellos (no todos, claro) transmiten. Seguramente algunos de ellos creen que si, pero es una opinión.

Pido disculpas a aquellos que hayan podido sentirse ofendidos excepto al incendiario Iracundo por ser el único que amenza físicamente a otros bloggers y a don Alfredo porque me asusta cuando se pega cabezazos contra la pared aunque diga que eso se lo ha recomendado el médico para ayudarle a pensar.

Descomposición moral en Siracusa 2.0 (I)

A raiz de las últimas entradas sobre siracusos y aspirantes, han sido muchos los correos de apoyo que he recibido. A todos se lo agradezco de corazón, especialmente porque la mayoría, por extraño que parezca, han sido remitidos por miembros de Siracusa 2.0 (se ha comprobado su filiación antes de que la niegue algún listillo) que prefieren permanecer en el anonimato. Éstas personas están realmente hartas de la doblez moral de algunos de los miembros más destacados de Siracusa 2.0 (destacados porque son los que más escriben y no quiero dar nombres) y es por ello que he retomado algunas entradas que escribieron en su día para comprobar la certidumbre de tales acusaciones. Y la verdad es que después de leer un par de ellas se me ha caido la cabeza y he dado con el mentón en el espaciador y con la napia en la teclas r, t, y, u, i, d, f, g, h, j, y casi me da un paralís del que me acabo de reponer poco antes de empezar estas líneas.

Cierto bloguero campechanote escribe una entrada el 27 de mayo de 2008 que pretende hacer un boceto de los teocon españoles. Aunque en lineas generales está bien, la chicha con la que la rellena está algo podrida y es a él a quien pone en evidencia.

2. Vampirización de la lucha contra el terror. Tal y como acreditó la pasada legislatura, una de las estrategias más fecundas empleadas por los conservadores católicos consiste en presentar la lucha de partidos como una dramatización moral ante la opinión pública. Así pues, la identificación militante con grupos altamente politizados de víctimas del terrorismo sigue contando entre las prioridades de la agenda política.


Las víctimas del terrorismo no han sido designadas por el pueblo para dirigir las políticas de gobierno, es cierto, pero tampoco lo fueron los "nunca mais", ni los "no a la guerra", grupos altamente politizados que pretendían dictar la agenda política a los gobiernos peperos en base a principios morales, no políticos precisamente, y a los que la izquierda y el nacionalismo en general y el PSOE en particular, alentaron tratando con éxito de sacar partido político. y lo hicieron la mayoría de las veces utilizando la violencia en el asalto a las sedes del PP. Esto hace de nuestra izquierda, según Robredo, unos peligrosos y salvajes teocon. Antes y ahora, porque se siguen valiendo, para atacar al opositor, del trabajo en la calle de grupos cavernícolas altamente polítizados como los colectivos ecologistas, gays, actores, etc. Teoconismo puro con sabor a ajo, Lacoste y pelo engominado, que diría el gaitero 'coup de bâton'.

Por otro lado las víctimas del terrorismo, en España, sólo nos han recordado que ellos, a diferencia de las víctimas 'lealistas' de Irlanda del Norte que se tomaron la justicia por su mano, seguían confiando en el estado de derecho, es decir, en el estado sometido al derecho, por lo que simplemente exigían que el gobierno se sometiera a ese estado de derecho. Sólo empezaron a gritar, no cuando el PSOE empezó a romper acuerdos políticos con el PP, sino cuando el gobierno y sus apéndices en la justicia, se pasaron la ley por donde les cupo y unos se mancharon la toga de polvo, otros veían cados donde habían zulos, otros vieron un partido legal en un pueblo e ilegal en otro, etc. Que un gobierno se cisque en el estado de derecho no es reprobable para don Eduardo, así que la oposición calladita, pero criticar la actitud de ese gobierno es "dramatización moral ante la opinión pública" y hacer puntos para la carrrera teocon.

Que algún desnortado como el ínclito Pio García Escudero dijera que el gobierno de Zapatero debía echar marcha atrás en su empeño de negociar con ETA "por el honor de las víctimas" no implica la demonización de la oposición, no sólo pepera, por no hacer dejación de responsabilidad cuando el gobierno tuerce el derecho a su antojo. Ni ahora ni con los GAL. Así que llamar 'vampirizacion de la lucha con el terror' a la obligación que tiene la oposición de recriminarle al gobierno tirano el uso de la ley según su capricho repugna a cualquier ciudadano.